Un equipo de jóvenes profesionales, de Sanlúcar de Barrameda, continúa apostando por el patrimonio histórico artístico del curso del Guadalquivir para el diseño de piezas de joyería.
Durante la Semana Santa del año en curso, podremos contemplar la tercera pieza de la colección Tharsis. Se trata de un colgante inspirado en los símbolos geométricos que aparecen en las estelas funerarias, cerámicas, pinturas, etc., tales como incisiones en zigzag y círculos concéntricos. Influjos culturales que van de sur a norte, siguiendo la ruta cultural del Guadalquivir durante el III milenio a.C.
En esta ocasión, la diseñadora Paula Vega se acerca, con esta pieza, a una simbología que constituye el denominador común de los yacimientos de la Edad de Bronce. Resaltan los efectos policromados que aporta el esmalte con el que completa el acabado del colgante.
Junto a ella, y como ya sucediese con las dos primeras piezas de la colección Tharsis, vuelven a participar Felipe Pérez, de la Joyería Alhaja, donde se ubica la fabricación, y Pilar Millo, la diseñadora del soporte gráfico de los display y tarjetas informativas.
Como se recordará, la primera apuesta de este grupo de jóvenes de Sanlúcar de Barrameda, consistió en dos piezas, EL ÍDOLO OCULADO, pieza aparecida en los yacimientos sitos en el valle del Guadalquivir, entre otros Cerro las vacas (Lebrija), Cortijo Las Fuentes (Sanlúcar de Barrameda. Junto a la anterior, LA MÁSCARA, una parte de la diadema articulada, perteneciente al tesoro tartesio de Ébora.
Sanlúcar de Barrameda, va completando la nómina de los símbolos representativos de su patrimonio histórico artístico. Que tendrá su siguiente pieza, según las previsiones de este grupo de jóvenes, para el próximo verano. En esa ocasión, el motivo de la obra estará en torno a un medallón fenicio, invocando a la diosa Astarte. Quienes nos visiten, podrán contar con un recuerdo imperecedero de su paso por nuestra ciudad.
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